Huyo de la hipocresía y la monotonía. No me gusta sentirme encasillado ni "seguir las reglas" que se nos supone por la edad que tenemos. Me gusta llenar mi vida de buenas sensaciones, viajar, empaparme de la cultura de otros lugares. Eso me enriquece, mucho más que el propio dinero. No quiero ser el muerto más rico del cementerio.