Soltero, por algún misterio inexplicable de la dimensión desconocida. Conversador inteligente, culto, librepensador. Humanista del siglo XXI, y por ende en peligro de extinción. Creo en la Libertad y la Belleza. Melómano. Navego a diario por la República de las Letras. Admiro la inteligencia bien empleada y la lealtad.
Odiseo regresó a Ítaca y busca sobre todo a Penélope, como aguja áurea en un pajar de paja seca y hueca; pero no desdeña el hallazgo de una espléndida
amistad. No me interesa consumir relaciones: ya conocí
mujeres decepcionantes. Acaso sea que tú me busques y yo te encuentre. Te espero en el paraíso, aquí al lado, si quieres, si puedes. ¡Para construir entre ambos un
amor recíproco sublime!
«No espero nada. No temo nada. Soy libre» (Kazantzakis). Sibelius, Sinfonía tercera.Enrique Bunbury, Hay muy poca gente. Jerónimo Maya, La alegría de mi María.
Es trivial pero cierto: cuantas menos referencias culturales se compartan, más difícil será la comunicación.
Sin foto porque no soy mercadería de catálogo. Pero la compartiría si surge empatía entre ambos. Además, las apariencias engañan; no siempre, claro.
Absténganse quien se crea la reina de Saba, si eres maleducada, o plebita pendeja.