Nunca dé nada por hecho ni asuma que siempre estará ahí, mucho menos tratándose de la gente que más quiere, y tampoco de las cosas, de las circunstancias o los hechos que están sirviéndole en su realidad. La verdad más cruda o más clara, como lo quiera ver, es que todo está pendiendo de un hilo, y que no sabemos en qué momento las cosas pueden dar un giro inesperado que nos coloque en un escenario completamente distinto. El cambio es la única constante de la existencia, por tanto, es más probable que lo seguro se transforme de un momento a otro, a que permanezca como está. Simplemente ama la vida!