No me gusta describirme. Me obliga, poco o mucho, a atravesar un momento de vanidad, subjetividad, vergüenza y otras emociones. Prefiero que me conozcan y saquen sus propias conclusiones. Mientras tanto, yo me defino como un buen tipo, inteligente, sensible, atento y abierto a cuidar de mi creación de vida. Lo explico mejor personalmente.