No confundas mi personalidad con mi actitud. Mi personalidad es quien soy yo, mi actitud depende de quien seas tu. Visto con una sonrisa sin complejos ni temores y llorar no me hace daño, siempre y cuando tu no llores. La vida es dura, pero con los bellos momentos se aprende que aunque las lagrimas nos ensucian el rostro, terminan limpiándonos el corazón. También aprendí que amar a alguien es una cosa, que alguien te ame es otra, pero que te ame la misma persona que amas, lo es todo. Aprendí que en el mundo hay gente tan pobre, que solo tiene dinero y que el
hombre mas libre que conozco, esta atado al corazón d'un a
mujer.