Las damas maduras tienen una especial sensualidad. Es un placer cortejarlas y poder compartir charlas inteligentes, sugerentes, picaras, etc., y una copa de buen vino o champagne. Si se consigue hacer el humor, es muy factible que luego se pueda llegara hacer el
amor. Pero primero lo primero. Las damas deben disfrutarse como se hace con un buen vino o licor: lentamente, delicadamente, atento a cada detalle. Un caballero debe actuar d'esta forma. Mis respetos a las presuntas lectoras.