Cada vez que finaliza una nueva versión de “Santiago en 100 Palabras”,
inevitablemente nos quedamos con sentimientos encontrados. Y es
que más allá de los 12 cuentos ganadores que se hacen públicos, hay
una gran cantidad de relatos que injustamente quedan en la oscuridad.
Esta es una oportunidad inmejorable para sacarlos a la luz.
Habiendo llegado ya a la quinta edición de este libro, nos asombra el
hecho de que las temáticas no se agoten nunca, que año a año se sigan
contando historias urbanas inéditas. Ello nos habla de una ciudad que
está en permanente movimiento, sobre la cual nunca estará todo dicho.
Pero también nos muestra la inagotable creatividad de sus habitantes,
su capacidad de asombro y su vocación por otorgar nuevos significados
a lo que nos rodea cotidianamente. Así, en cada versión del concurso
aparecen rincones sorpresivos, se descubren personajes nunca antes
vistos, se elaboran nuevos finales.
Estamos convencidos de que este es un libro necesario para quienes
habitamos y queremos esta ciudad. No sólo porque contiene historias