Soy un
hombre de cuarenta y tres años, divorciado con un hijo. No soy excesivamente guapo y sé que nadie se enamorará de mí a primera vista. Mi atractivo está en el interior, en mi forma de tratar y ser, y en una inteligencia emocional que parece estar perdiéndose. Me gusta escribir y aspiro a publicar en un futuro, pues es mi mayor pasión y mi vocación. Trabajo de conductor y soy tímido y reservado hasta que me dan la confianza suficiente para abrirme. Me gustan los planes relajados, íntimos y sin prisas.
Me gustaría encontrar a una
mujer que le importe poco el qué dirán, que sea autosuficiente y no me necesite para nada. Alguien que no esté atada a los clichés y normas de la sociedad y le guste hablar de temas profundos así como tonterías intrascendentes. En definitiva, alguien especial de quien enamorarme y que me quiera en su vida.