Yo soy un insólito corazón que acaricia el cielo, con los caprichos fuera del límite del cofre de los secretos, me regocijo de ser un saqueador de travesuras, busco el milagro de la sonrisa con los juramentos que reclaman el desenlace de los abrazos,
que vienen conquistando ilusiones con las mimosas cosechas de las tentaciones de las serenatas, que se regalan con los símbolos de los osados aficionados que improvisan el discurso de los confidentes.